publicado en nantes.indymedia (en francés) el 29.02
Gracias a la crisis energética y a la amenaza nuclear rusa, la industria nuclear está en auge. El Estado nuclear anuncia la construcción de 14 nuevos EPR (EPR2 de nueva generación) en Penly, Bugey y Gravelines, invierte masivamente en investigación, contratación y formación de personal, así como en armamento, acelera la construcción del vertedero de Bure lanzando una fase de expropiaciones, construye una nueva piscina de almacenamiento de combustible gastado en La Haya.
Ya no vivimos en los tiempos heroicos que llevaron al establecimiento del programa nuclear francés, sino en el relanzamiento de una industria que la propaganda nuclearista presenta como un mal menor ante la situación. El colmo de la ironía es que esta vez es bajo la bandera ambientalista que se nos pide que abdiquemos. Los desastres y las catástrofes ya no se niegan, sino que se vuelven contingentes a nuestra existencia. En esta era de desastres, estamos llamados a aceptar este mal menor y, en caso de “accidente” o “contaminación”, a cogestionar nuestras vidas bajo limitaciones radiológicas.
Ante esta gran ofensiva de los nucleócratas disfrazados ahora de defensores de la ecología, aquí y allá se organizan respuestas. Una nueva coordinación antinuclear, esencialmente un cartel de organizaciones e individuos antinucleares, está convocando manifestaciones regionales, una de las cuales se organizará en Caen el 23 de marzo. En Bure, los compañeros de lucha están tratando de organizar la resistencia a la inminente campaña de expropiaciones. En Cotentin, un colectivo sigue organizándose contra la nueva piscina de almacenamiento de La Haya. En Caen, como en Lille, Rennes, Toulouse, Narbonne, Charleville-Mézières, Montabot, Grenoble, Clermont-Ferrand, se desarrollan debates, proyecciones y encuentros. En casi todas partes, a la luz de la luna, se sabotean líneas de Muy Alto Voltaje o estaciones de carga eléctrica.
No podemos resignarnos a vivir en este mundo bajo limitaciones radiológicas y amenazas atómicas, ni a afrontar este plan de recuperación sin reaccionar. Ya no podemos resignarnos a organizar nuestra respuesta siendo reglamentados detrás de cárteles de organizaciones y partidos ambientalistas que han cogestionado continuamente la situación existente durante décadas. La debilidad actual del movimiento antinuclear no es suficiente para hacernos olvidar cómo el ecologismo estatal, los juegos políticos y las formas de cogestión han contribuido por sí-mismos a desarmar el movimiento antinuclear. Para nosotros, no se trata de “reunir el movimiento antinuclear” –este movimiento nunca ha estado unido excepto en la mente de algunos entusiastas de los jefes, pero como cualquier movimiento atravesado por contradicciones y enfrentamientos–, sino de dar vida a una oposición a la energía nuclear que se reconecta con una crítica en acción y en palabras de la sociedad en la que se utiliza la energía nuclear y del mundo que ésta ayuda a crear a cambio.
Es por estos motivos que nos parece importante identificar algunas perspectivas:
En Bure se están acelerando las obras de construcción de un vertedero de residuos radiactivos. La lucha de la oposición entrará en una nueva fase, que incluye las obras de un ferrocarril para transportar dichos residuos y la próxima expulsión de una casa de resistencia en la antigua estación de Luméville. Como en Cotentin, la industria nuclear coloniza una tierra despoblada y su futuro, compra a sus habitantes, vigila y castiga a sus oponentes. Del 17 al 23 de abril tendrá lugar una semana de debates antinucleares y antiautoritarios.
En Cotentin, mientras esperamos el encendido definitivo del reactor EPR de Flamanville, la industria nuclear también nos ha preparado un nuevo regalito: una nueva piscina para almacenar el combustible usado de las centrales nucleares. Ya son 4 los que reciben 40 toneladas de residuos al año. Está desbordado, necesitamos un quinto. Los residentes locales y los activistas antinucleares se movilizan desde hace varios meses contra este proyecto. Una manifestación, bajo fuerte escolta policial, reunió a unas 800 personas en Cherburgo en junio de 2022. El próximo abril se celebrará un carnaval.
A nivel local, participaremos en la organización de una marcha autónoma “contra la energía nuclear y su mundo” en la manifestación del 23 de marzo, para traer una voz distinta a la del ambientalismo gubernamental. Pero no nos equivoquemos, esta manifestación es sólo una etapa. Teniendo esto en cuenta, organizaremos una proyección/debate el día anterior (viernes 22 de marzo) en torno a la película El sacrificio (2003), y luego una asamblea antinuclear el día 23, después de la manifestación: para recuperarnos y construir vínculos, extender colectivamente nuestros pensamientos y nuestros deseos de acción.
Alrededor de los sitios atacados, sólo podemos unirnos a nuestra manera a las luchas que podrían surgir alentándolos a deshacerse de todas las ilusiones cívicas. : la energía nuclear es una consulta, luego la policía. Como en Cotentin, el amplio consenso pronuclear adquirido con millones e infraestructuras podría empezar a microfisurarse en torno a proyectos de centrales eléctricas, pero también posibles nuevas rutas necesarias de líneas de Muy Alto Voltaje.
En todas partes, sólo podemos alentar o alegrarnos por la creación de grupos autoorganizados, iniciativas colectivas o individuales autónomas para propagar esta respuesta, para organizar el apoyo a los compas que luchan en Bure. Los distintos momentos de discusión que se avecinan podrían permitir establecer vínculos entre todos, sin alinearnos detrás de ningún cuartel militante.
Local Apache, 35 boulevard Poincaré, Caen, a las 6 y media de la tarde.
Seguida de una charla y una comida en común, recuerda traer algo de comer 😉
A las 14.00 horas, reunión ante la Autoridad de Seguridad Nuclear (ASN), bulevar Vannier, Caen.
Luego, hacia las 17.30 horas, en el squat de la pouponnière (138 rue d’Auge): asamblea antinuclear
Bure y alrededores. Más información en bureburebure.info
29/02/2024